Tras un embarazo complicado, Kourtney Kardashian, quien hace poco dio a luz a su bebé junto a Travis Barker, decidió establecer una rigurosa regla de visitas.
La hermana mayor del clan Kardashian-Jenner pidió que solo las personas que hayan sido "invitadas"a su casa son las que pueden conocer a su hijo Rocky.
De acuerdo a The Sun US, Travis y Kourtney comunicaron a su entorno cercano que se tomarán un tiempo "solo para la familia" para descansar y adaptarse a la nueva etapa familiar antes de abrir las puertas de su hogar a más familiares y amigos.
Por el momento, se conoce que importantes figuras de la familia aún no han visitado al pequeño.
La decisión de ambos padres puede entenderse como medida de prevención, pues la salud del recién nacido sería especialmente vulnerable ante posibles enfermedades y evitarlas es el objetivo principal de la pareja.